Este proyecto fue abordado como un gran cambio para nuestra clienta, una mujer maravillosa que llegaba al momento de su jubilación y quería un cambio a la altura. No se sentía identificada con la decoración y el mobiliario en el que había pasado la mayor parte de su vida. Su casa no la invitaba a estar en ella. Era de colores y materiales muy fríos además de contar en la zona de salón-comedor con una muy mala distribución de origen.
Al proyecto le bautizamos NIDO porque por un lado sus hijos habían volado del mismo, por otro queríamos que ella se sintiera en su casa como los polluelos en él. Quisimos emplear materiales cálidos como la madera y textiles y complementos florales. Como paleta de color nos servimos de los empleados en un cuadro pintado por su hija al que tenía mucho cariño y que nos pareció muy indicado.
Abordamos los cambios en la planta baja del chalet en las estancias de la cocina, del salón, del comedor así como la zona de entrada, sustituimos las puertas y ventanas y el solado de todas ellas por una tarima de madera que otorgó una gran homogeneidad y calidez al los espacios. En este proyecto incluimos, además del mobiliario, cortinas, alfombras, piezas de adorno, cojines y pinturas de un artista gallego afincado en Madrid que fueron las guindas del pastel.
Antes
Después
