

Loft situado en la sierra de Madrid. La propietaria quería convertir una oficina, sin baño ni cocina, en un estudio para alquiler. Contábamos con la ventaja de saber quienes y cómo eran los inquilinos, por lo que pudimos realizar un diseño basado en su perfil.
El diseño conceptual vino dado por las impresionantes vistas de las montañas de la Sierra de Guadarrama que tiene esta vivienda. Éste se basó en triangulaciones que aúnan el exterior con el espacio interior.
El encargo resultó todo un reto ya que contábamos con un presupuesto de lo más ajustado; en esos casos la creatividad tiene que suplir el uso de elementos y mobiliario costosos.
Optamos por reciclar el mobiliario que tenía la propiedad y adquirir algunas piezas en el mercado de segunda mano.
Creamos un separador de ambientes con cuerdas de cáñamo que supone un contraste con la geometría espacial pero que sirve de nexo de unión entre el entorno y la vivienda.